Hoy es uno de esos días donde Bolivia para. Está vez no se trata de un bloqueo causado por alguna razón social o económica, se trata de futból. Hoy, la selección ha hecho la historía. Bolivia gana 6 a 1 a Argentina en La Paz. En su historia no se si Argentina habia perdido tanto con alguién, seguramente Bolivia no había ganado tanto. Como en el tenìs, Bolivia que en los ultimos once partidos había marcado nueve goles, marca seìs a la vez, a la Argentina de Maradona, del Pibe de Oro.
Desde Santa Cruz, desde la tierra camba, finalmente emerge el sentido de ser Bolivia y boliviano. El futból como herramienta de unidad nacional, mejor si ganando, mejor si a Argentina, tierra de emigración boliviana, de lucha desde abajo de cochabambinos, potosinos y orureños, lucha finalizada al trabajo y a la aceptación social en un país que todavía se considera blanco y europeo.
El equipo boliviano no es de esos que ganan a menudo. Cuando gana la verdad, casi es un milagro. Hoy la selección humilió la Celeste, 6 a 1. Los numeros a veces sirven. Hubo algunos casos cuando Bolivia ganó a Argentina, pero nunca así, nunca semejante victoria. En un país donde una de las pocas cosas que se hacen indistintamente a los cinco mil metros como en la amazónia es jugar al futból. Me imagino los festejos en La Paz, veo los festejos en Santa Cruz. De mi casa siento los televisores a todo volumen, como en los veranos del ’82 y del ’06 en Italia. Calles vacía. Gente buscando televisores en todos lados, en los billares, en los cybers, en la calle. Claro porqué la tele a veces es un lujo.
Todo eso es lindo, camba abrazando collas diciendole carajo de un colla y carajo de un camba. Unidos de dos alquimìas, el alcool y el futbòl.
Sugiero uficialmente que se tomen en cuenta estas dos variables en los varìos encuentros entre prefectura y gobierno. Que jueguen al futbòl, que chupen juntos. Van a ver, van a ver...
Desde Santa Cruz, desde la tierra camba, finalmente emerge el sentido de ser Bolivia y boliviano. El futból como herramienta de unidad nacional, mejor si ganando, mejor si a Argentina, tierra de emigración boliviana, de lucha desde abajo de cochabambinos, potosinos y orureños, lucha finalizada al trabajo y a la aceptación social en un país que todavía se considera blanco y europeo.
El equipo boliviano no es de esos que ganan a menudo. Cuando gana la verdad, casi es un milagro. Hoy la selección humilió la Celeste, 6 a 1. Los numeros a veces sirven. Hubo algunos casos cuando Bolivia ganó a Argentina, pero nunca así, nunca semejante victoria. En un país donde una de las pocas cosas que se hacen indistintamente a los cinco mil metros como en la amazónia es jugar al futból. Me imagino los festejos en La Paz, veo los festejos en Santa Cruz. De mi casa siento los televisores a todo volumen, como en los veranos del ’82 y del ’06 en Italia. Calles vacía. Gente buscando televisores en todos lados, en los billares, en los cybers, en la calle. Claro porqué la tele a veces es un lujo.
Todo eso es lindo, camba abrazando collas diciendole carajo de un colla y carajo de un camba. Unidos de dos alquimìas, el alcool y el futbòl.
Sugiero uficialmente que se tomen en cuenta estas dos variables en los varìos encuentros entre prefectura y gobierno. Que jueguen al futbòl, que chupen juntos. Van a ver, van a ver...
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